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Liderazgos reputados, un imperativo para ser sostenible en el mundo de hoy

Liderazgos reputados, un imperativo para ser sostenible en el mundo de hoy

por Factor Liderazgo | 13 de octubre 2020 

Todos hemos sido parte del momento histórico que vive nuestro país, en el que el dejar de escuchar a la ciudadanía inhabilitó nuestra capacidad de adelantarnos a las transformaciones sociales. La crisis de legitimidad en las instituciones, nos ha llevado a un ecosistema donde se perdió la licencia social para operar en medio de un escenario volátil, impredecible, complejo y ambiguo. 

¿Cómo recuperamos esta confianza? ¿en quién tienen puestas sus máximas expectativas los grupos de interés? ¿cómo respondemos a estos  estándares sociales? Si partimos de un estado 0 con un 84% de los chilenos que evalúa negativamente a las empresas en este quiebre social (data de INC Consultores) y solo un 38% de la población que cree que lo que dicen los directores de una organización es verdad (estudio Ipsos); el escenario se ve bastante complejo. Adicionalmente, el promedio evolutivo de la reputación en los 18 años que llevamos midiéndola, ha bajado a índices preocupantes, con una disminución de más de un 20% llegando en 2019 a 610 puntos.

Los liderazgos éticos, empáticos y “humanos” cobran una vital importancia en este contexto como puente entre la sociedad y las empresas. Debemos reflexionar entonces sobre el rol de los CEOs en la generación de valor para las organizaciones, como los principales responsables en generar vínculos fuertes y duraderos con los grupos de interés con relaciones basadas en la confianza. Lo anterior, con un imperativo ético-moral y ejemplo de cómo hacer las cosas, gozando de una buena reputación que podría ser la clave para recuperar la tan ansiada licencia social. 

Si entendemos este intangible como el resultado de lo que comunicamos, la experiencia directa y lo que opinan terceras personas respecto de nosotros; la reputación de la vida profesional y personal del CEO y de su primera línea se vuelven una sola, donde la coherencia y consistencia 360° 24/7 son esenciales. En otras palabras, los stakeholders esperan de quienes son responsables de una empresa que les entreguen certidumbre respecto a su comportamiento. Son mayormente ellos los responsables de minimizar la incertidumbre respecto del actuar organizacional. Visibilizando entre otras características quiénes son y cuál es el propósito que los mueve día a día.

Hay solo una forma correcta de gestionar la reputación del CEO y es poniéndola a disposición de la organización; junto a sus capacidades para generar valor, en especial aquellas habilidades más blandas. Los beneficios de esta visión inteligente de gestionar la reputación de la primera línea son: generación de confianza, atracción de inversionistas, construcción de posicionamiento, influir en quienes influyen y promover una buena cultura organizacional.

En la gestión reputacional de los directivos el objetivo debe ser potenciar a la primera línea de la organización para que se transformen en líderes entre los grupos de interés de la industria, gremio y academia, para aportar a la construcción del estado deseado, que es ser una empresa reputada. 

Lo anterior, debe fortalecerse alineando a los principales embajadores que son el público interno de la empresa, en torno a un propósito común y compartido desde lo emocional; facilitando el tránsito a esta nueva forma de hacer las cosas.

Para esto, el primer paso es establecer un diagnóstico a través de la inteligencia social que  nos permita escuchar a los grupos de interés para definir el estado actual de la organización y su primera línea; y así comprender las claves de su comportamiento, definición de arquetipo e identidad y lineamientos estratégicos para lograr los objetivos reputacionales.

El CEO, los directores y toda la primera línea tienen la responsabilidad de ser conocidos, para luego ser reconocidos en todos aquellos entornos que son fundamentales para la validación del quehacer de cada empresa, con los mensajes adecuados que representen los valores organizacionales. En pocas palabras, un CEO reputado es un CEO confiable. Como primer paso se debe preparar a la primera línea con un coaching que les permita identificar sus habilidades, para luego transformarse en líderes reputacionales guiando la conversación desde un expertise que se traduzca en beneficios para la industria, el país y el mundo; dejando de manera secundaria la excesiva visibilidad de los atributos de su compañía. 

Luego, se deben planificar aquellos entornos donde deberán desenvolverse para gestionar su reputación a través de presencia en foros, una estrategia digital, relacionamiento y networking, gestión de PR, reconocimientos, y coherencia en comportamientos de comunicación interna. 

Finalmente, no debemos olvidar que aquello que no se mide no se gestiona. Por lo tanto, hacer seguimiento periódico de este liderazgo reputacional es fundamental, a través de indicadores de rendimiento y de insights en tiempo real de los grupos de interés. Así, cada líder podrá tomar decisiones oportunas para la construcción desde las fortalezas de la organización y facilitadora de sus objetivos.

Los dejo invitados a reflexionar sobre el desafío de quienes serán los próximos líderes del futuro, los cuales serán reputados o simplemente no serán líderes. Con el clima de opinión actual, más que contar historias los líderes deben ser la historia.

Diego Fuentes, director ejecutivo de INC Consultores

Estudio digital: alcalde Claudio Castro tiene mejor reputación ciudadana, seguido por Joaquín Lavín

Estudio digital: alcalde Claudio Castro tiene mejor reputación ciudadana, seguido por Joaquín Lavín

por Factor Liderazgo | 1 de octubre 2020 

 

Como muestra de este análisis se identificaron a los 15 alcaldes de la RM más mencionados en Twitter (mayor n° de usuarios) durante el periodo medido, con el objetivo de evaluar su reputación en base a la percepción de su gestión en los territorios de los vecinos. Para esto, se evaluaron los indicadores de: notoriedad (cantidad de autores que hablan del alcalde en relación con el número de autores que hablan de temas comunales), atención al vecino (cantidad de solicitudes al alcalde y las respuestas entregadas en sus plataformas a cada usuario) y aprobación (sentimiento positivo).

En el caso del alcalde Castro, su buena evaluación comunal se debe a su habilidad de gestionar territorialmente con acciones concretas y visibilizar de manera eficiente aquellos asuntos que son prioritarios para sus vecinos con hitos asociados a seguridad, trazabilidad sanitaria, conectividad y ayuda social. Es clave la capacidad de los alcaldes de representar a sus comunas frente al Gobierno Central, ya que son los únicos con un conocimiento profundo de las realidades particulares de sus municipios; siendo de cierta manera articuladores de esa voz ciudadana. Castro en este sentido se destacó con una fuerte agenda centrada en la equidad y el acortamiento de brechas; temas claves para las personas en la crisis que vive el país” explica Diego Fuentes, director general de INC Consultores.

Estudio de opinión

Otros alcaldes con buena evaluación ciudadana

Otros ediles que también están dentro de los mejores evaluados por la ciudadanía son: Germán Codina (Puente Alto), Mauro Tamayo (Cerro Navia), José Manuel Palacios (La Reina), Gonzalo Durán (Independencia), Daniel Jadue (Recoleta), Evelyn Matthei (Providencia), Felipe Alessandri (Santiago), Cathy Barriga (Maipú), y Rodolfo Carter (La Florida).

El alcalde Joaquín Lavín es quien lidera en notoriedad con una nota de 5.1, siendo de esta manera el edil que mejor penetración tiene en las conversaciones digitales a nivel comunal. Le siguen Germán Codina (3.1), Claudia Pizarro (3.0), y Daniel Jadue (3.0).

Mientras los alcaldes que generaron mayor aprobación fueron: Claudia Pizarro y Claudio Castro (5.7), Gonzalo Durán (4.7), y Mauro Tamayo y Mario Olavarría (4.5).

En cuanto a la mejor atención al vecino en digital, quien tiene la mejor tasa de respuesta es el edil Joaquín Lavín (4.7), seguido por Claudio Castro (3.8), Mario Olavarría (3.5) y José Manuel Palacios (3.3).

“Hoy la reputación es la principal fuente de valor en la era digital, siendo clave el escuchar de manera activa – con inteligencia social – a los grupos de interés para cumplir con sus expectativas en un contexto de una nueva verdad social y el empoderamiento ciudadano. Los alcaldes son liderazgos que están enfrentando este desafío, aprovechando sus redes sociales para: comprender mejor el territorio, hacer más eficaz su comunicación, y mantener una buena conexión emocional con sus vecinos. La reputación es el resultado de gestionar la realidad” concluye Fuentes.

El estudio completo lo puedes descargar acá

Diego Fuentes: La nueva verdad social en el poder de persuasión de las marcas

Diego Fuentes: La nueva verdad social en el poder de persuasión de las marcas

por Diego Fuentes | 21 de septiembre 2020

En los últimos meses el país ha vivido acelerados y profundos cambios sociales, económicos y políticos; que han modelado fuertemente las expectativas ciudadanas, las cuales hoy están sustentadas mayormente en necesidades sociales básicas. Es así, como nos vimos expuestos al relato de la inequidad en su mayor dimensión; siendo esta una nueva “verdad social” que influye, convoca, une y moviliza.

Es un nuevo poder ciudadano expresado mayormente en el mundo digital que exige escuchar constantemente para reconstruir las relaciones de confianza con la ciudadanía. Es así como nos encontramos con un fuerte activismo social que resulta transversal al rol de ciudadano, trabajador y consumidor; capaz de modificar sus pautas de consumo de acuerdo a la reputación de la marca y sus respectivos liderazgos.

En el Chile  actual, administrar esa relación es uno de los desafíos más importantes que enfrentan los líderes y las organizaciones. Estamos en tiempos de más softpower, donde atributos del liderazgo femenino como: escuchar, dialogar, empatizar y conectar desde la emoción; resultan activos claves en la nueva manera de influir.

Debemos salir comunicacionalmente de lo estrictamente “contable”; para generar historias llenas de emoción, esperanza con una visión de futuro post crisis y de una actitud humana que reconoce al otro como par. Esta es “la nueva persuasión” que tanta falta hace en nuestro país, donde la saturación de malas noticias ha producido una peligrosa inercia en la sociedad.

Sale el imponer, el estilo vertical, patriarcal y entra la horizontalidad; para recuperar la capacidad de escuchar, de anticiparnos a los cambios sociales y recuperar el activo reputacional de toda empresa: la confianza ciudadana.

A lo anterior, debe sumarse la capacidad de los liderazgos de tangibilizar su conducción con proyectos que innoven y que respondan de manera concreta a las principales necesidades de sus grupos de interés. Es decir, la ecuación perfecta de un buen líder hoy es: habilidades blandas, un relato consistente y coherente a su gestión y la concreción de sus promesas.

No olvidemos que lo prioritario en este momento es la generación de certezas. Este nuevo contexto demanda marcas con escucha activa de sus grupos de interés; comprometidas con su entorno y calidad de vida de los ciudadanos en los territorios de sus operaciones. Todos esos atributos, son piezas claves para que nuestro país pueda avanzar con marcas  más reputadas.

Confío en que tendremos próximamente empresas más responsables que a través de  su propósito social y una cultura valórica que vivan intensamente sean capaces de empatizar con la verdad social y así aseguren su progreso sostenible.

Es de esperar que este desafío no le quede grande a las marcas y sus líderes y que sean capaces de influir a través de maximizar el diálogo deliberativo, colaborativo, evitando el conflicto y cuidando la democracia que tanto nos costó obtener. Porque esa es la única manera de darle conducción y viabilidad a un nuevo sueño de país.

Finalmente, vivimos tiempos en que la comunicación se ha vuelto casi todo, el problema y la solución. Así, la realidad se reduce a una simple ilusión que se produce por falta de comunicación. De ahí que la nueva forma de persuadir sea la llave maestra del éxito en el devenir de este nuevo país.

Diego Fuentes, director general de INC Inteligencia Reputacional